Yo llamaba a Mercè terremoto de ternura, sus pasiones principales dominaban su tiempo, su hija y su vocación, sus amigos. Ella buscaba lo mejor para los que estaban cerca de ella y así lo hizo siempre conmigo, me cuidó como solo cuidamos de los que amamos claramente.

Desde que te has ido, echo de menos nuestras cenas, nuestras conversaciones eternas. Ahora ya no tiene el mismo sabor ir de tapas, tampoco hablar de desarrollo humano. Me encuentro aun sitiando un vacío que no sé cómo llenar.

Sé que me dirías que el tiempo lo pondrá en su sitio, sin embargo no tengo ganas que suceda, sino será casi casi como perderte completamente. Algo de mi querida amiga no quiere, se resiste, se pelea por no tomar lo que es insalvable.

Para mí ha sido uno de esos raros honores que a veces nos regala la vida, nuestra amistad, nuestra camaradería, estar codo con codo en tantos y tantos frentes de la vida, apoyándonos en lo personal y también en lo profesional.

Nos gustaba decir que éramos una pareja espiritual ya que en otro tipo de pareja jamás se nos movió ni un pelo. Tal vez en otra vida toque o tal vez no. Sin embargo la nuestra fue una historia de amor hermosa, la historia de un amor en la amistad, casi en la hermandad. Nunca quisimos sustituir a tu hermosa hermana ni a tú a los míos. Ambos sabíamos que habríamos acabado constelando para ordenar semejantes exclusiones en nuestros corazones, sin embargo más allá de mis desórdenes sistémicos y los tuyos, te sentí y te siento como mi hermana del alma y así quiero decirlo a los 4 vientos ante tantos que te quieren y te respetan.

Te recuerdo contándome tu deseo de que tus enseñanzas y aportaciones a la obra de nuestro querido Bert Hellinger, fuesen públicas al máximo que fueran lo más cercanas a la gente y que fueran de utilidad pública, que estuviesen en el campo y que pudieran ser usadas por las nuevas generaciones de docentes y consteladores que quisieran utilizarlas. Siempre en tu corazón estuvo el amor al servicio público, a lo que es custodiado por las personas y las instituciones públicas. Sabiéndote y sintiéndote siempre agradecida a la casa donde te dieron la oportunidad de hacer crecer tu obra junto a Carles Parellada. El Institut Gestalt de Barcelona y en especial a Joan Garriga que fue vuestro valedor en el proceso.

Desde ahí manifiesto tu deseo claramente expresado en diferentes ocasiones de que tu enseñanza siga siendo un patrimonio abierto en el que lo privado y lo público puedan dialogar y encontrar un buen camino para que las nuevas generaciones encuentren nuevas espoletas de integración y fusión. Tanto que no exista una línea roja tan clara entre disciplinas terapéuticas tan y tan compatibles como son la psicología, magisterio, pedagogía…y constelaciones familiares, pedagogía sistémica, infancia y familia y otro métodos no reglados.

Esa vocación de actuar como puente de ser un poro por donde pasen de un lado a otro tanto y tanto talento perdido por la rigidez de muchas instituciones tanto públicas como privadas. La tuya fue una vida entregada a esa tarea y viendo la pedagogía sistémica en el lugar que tiene en Catalunya miro a Carles Parellada, al Institut Gestalt, a las Universidades y a los docentes. También al Govern Català que le concedió un lugar en el comité de Valores de Catalunya y en el que dejo su semilla respecto al lugar de la pedagogía sistémica en la educación catalana de futuro.

Recuerdo los últimos días en el hospital, cuando tuve que sustituirte en el residencial de tu querida formación de infancia y familia, estabas ante las puertas de la muerte y tú me dictabas como iba a hacer ese residencial, seguías creando dinámicas nuevas y me corregías sobre cómo debía dirigir las dinámicas, sin aceptar para nada que yo pusiera nada de mi cosecha, querías que fuera fiel a la dinámica creada. Yo recuerdo mi perplejidad por cómo era posible tanta lucidez y potencia en lo que amabas desde ese lugar tan complejo y definitivo como la vida te estaba poniendo.

Pero tú eres Mercè y no hay con que darle, no sé dónde estarás ahora, pero no me cabe duda de que ahí donde estés algo debe estar transformándose, eres una autentica druida del amor y tu alma es fiel al famoso poema de Borges.



Hasta siempre...continuamos con tu obra.


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